Hechizo para dominar

 Un hechizo para dominar es un tipo de amarre de amor en el que la persona que lo realiza busca cambiar la forma de sentir actual de la persona deseada. Los hechizos para dominar se diferencian del resto de amarres en que incorporan un elemento de dominio y posesión física del que otros hechizos de amor carecen.


La efectividad de un hechizo de dominar proviene en su mayor parte de los sentimientos de deseo y control presentes en el alma de aquél que realiza el hechizo. Es por esto por lo que los hechizos de dominación más efectivos son aquellos que realiza la propia persona que sea conseguir el deseo de la otra. 



Esta característica de dominación pasional y casi violenta requiere de algunos elementos que reflejen el deseo visceral de quien realiza el hechizo de dominio. Este elemento debe provenir de su propio cuerpo, debe contener una parte del mismo ser de esta persona. Para conseguir la mayor efectividad del hechizo de dominio se necesita además un elemento cercano a la esencia de la persona que se desea dominar. Este elemento es el más difícil de conseguir pero es clave para el éxito de un efecto de dominio, especialmente contra personas orgullosas y de carácter intenso. El elemento de posesión puede ser un cabello, una prenda, un objeto personal o una fotografía de la persona deseada. Cuanto más íntimo y cercano a su ser sea este objeto, más efectivo será el hechizo para dominar.

Existen otros elementos también presentes en cualquier hechizo para dominar. El primero es un elemento de atadura o dominación, que debe expresar una relación de sumisión de amo a maestro como puede ser una correa de perro o un cinturón. Cuanto más jerárquica la relación y más uso haya tenido el objeto mayor será el efecto de dominación. Por ello recomiendo que uséis un cinturón viejo o una correa de perro usada.

Otro elemento imprescindible es el que simboliza el deseo en el alma de la persona que realiza el hechizo. Este elemento es el fuego como veremos a continuación.

El hechizo que os mostramos aquí es el antiguo hechizo para dominar empleado desde hace siglos para doblegar las almas de aquellos amantes más resistentes y orgullosos. El hechizo se realiza de la siguiente manera:
  1. En primer lugar se escribe en un papel grande (al menos un folio) y en letras mayúsculas y grandes el nombre completo de la persona que realiza el hechizo. Bajo éste, se escribe en letras minúsculas (también las iniciales) y pequeñas el nombre de la persona que se desea dominar.
  2. Se arruga con el papel el objeto personal de la persona a dominar, de forma que quede completamente cubierto.
  3. A continuación se ata el papel con fuerza empleando el elemento de amarre escogido, como un cinturón o una correa.
  4. Se prende fuego (en una ubicación segura, sin riesgo de incendio) al papel. En este momento, mientras el papel y la esencia de la otra persona arden, deben decirse las siguientes palabras:“I nunc amit me te amare simul (Nombre de la persona) quoque sicerit in me ex caritate.”
  5. La esencia de la otra persona arderá en el hechizo, quedando destruida su resistencia a nuestro deseo y sólo quedando la atadura bajo la que quedarán dominados. Cuando más destruido quede el papel con el fuego y más intacta la atadura significará que el hechizo para dominar ha resultado más efectivo.
  6. Es imprescindible conservar el elemento de atadura tras realizar el hechizo. Si se pierde o se destruye el hechizo quedará roto y la persona libre de su dominio.
Mientas se conserve el objeto de amarre, el poder de este hechizo será imposible de romper por otros conjuros, independientemente del tipo de magia empleada. Ningún hechizo de romper pareja, o amarres contra la persona dominada podrán penetrar el lazo que establece este antiguo hechizo.

Si en alguna ocasión habéis deseado a una persona y pese a todos vuestros intentos os ha resultado imposible conquistarla es posible que se encuentre dominada mediante un hechizo de ese tipo. En ese caso, la única forma de conseguir a esa persona es encontrar el objeto de dominación que sostiene el hechizo, alejarlo de la persona que lo realizó y a ser posible destruirlo por completo en el fuego. Algunas personas realizan este hechizo para dominar empleando una cadena metálica como elemento de dominación, de forma que el hechizo sea más difícil de destruir completamente en caso de que alguien les arrebate este elemento.

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