Conjuro de la queimada

 El conjuro de la queimada es sin duda uno de los rituales más antiguos y poderosos que se mantienen de la Europa celta. La queimada incluye componentes tan esenciales como el fuego, el agua y la tierra. El ritual de la queimada se suele realizar en situaciones sociales, al aire libre y durante la noche, de forma que la luz de las llamas y el calor del líquido alimenten el cuerpo de los participantes contra el frío y la oscuridad de la noche. La realización de la queimada es toda institución en la cultura gallega, donde la tradición se ha mantenido intacta desde sus más antiguos orígenes paganos. 

  • El fuego está representado por las lamas que alimentan la hoguera en la que se realiza la queimada. Es por esto que es preferible realizarla en un verdadero fuego al aire libre, ya que el propio poder de las llamas es un componente esencial que faltaría en el caso de realizarla en un ambiente menos propicio, como la cocina.
  • El agua está representada por el aguardiente, que supone el líquido que los participantes tomarán tras la realización del ritual.
  • La tierra está representada por la tartera de barro en la que se debe realizar el conjuro. Es por esto que el recipiente debe ser siempre de barrio y no de metal y otros elementos, ya que en ese caso el balance del ritual quedaría roto.
  • La queimada augura buena suerte y protección a las personas que la realizan, además de debilitar el efecto de posibles conjuros realizados contra ellos o de potenciar hechizos que ellos hayan realizado, como por ejemplo un amarre de amor. Se busca así alejar a las meigas y a los malos espíritus que puedan tratar de acechar a los participantes.

Realización

Se toma un recipiente de barro cocido, normalmente el tradicional pote gallego, y se introduce el aguardiente, dependiendo su cantidad en el número de personas asistentes. Las personas que vayan a consumir la queimada deben estar presentes durante el proceso de elaboración y la oración. A continuación se añaden unos 100 gramos de azúcar por litro de aguardiente, ralladuras de limón, naranja o ambos se remueve durante varios minutos.

Es en este punto donde se introducen las llamas en la poción. Normalmente, una cuchara con el contenido se lleva hacia a las llamas, y una vez éstas alimentan con su ardor el contenido de la cuchara, se lleva ésta hacia el recipiente, transmitiendo el fuego a todo el líquido. Es en este punto en el que se ha de recitar la antiquísima oración de la queimada que os mostramos posteriormente. El líquido arderá durante varios minutos, en una batlla involucrando los tres elementos esenciales: fuego, agua y tierra.



Las llamas deben dejarse a su aire hasta que hayan consumido la mayor parte del alcohol de la queimada, momento en el que se apagarán por si solas. Las llamas deben tener un color azulado o violeta, representando las almas de los espíritus de la noche.

Oración  

En español:
Búhos, lechuzas, sapos y brujas;
Demonios, duendes y diablos;
espíritus de las vegas llenas de niebla,
cuervos, salamandras y hechiceras;
rabo erguido de gato negro
y todos los hechizos de las curanderas...
Podridos leños agujereados,
hogar de gusanos y alimañas,
fuego de la Santa Compaña,
mal de ojo, negros maleficios;
hedor de los muertos, truenos y rayos;
hocico de sátiro y pata de conejo;
ladrar de zorro, rabo de marta,
aullido de perro, pregonero de la muerte...
Pecadora lengua de mala mujer
casada con un hombre viejo;
Averno de Satán y Belcebú,
fuego de cadáveres ardientes,
fuegos fatuos de la noche de San Silvestre,
cuerpos mutilados de los indecentes,
y pedos de los infernales culos...
Rugir del mar embravecido,
presagio de naufragios,
vientre estéril de mujer soltera,
maullar de gatos en busca gatas en celo,
melena sucia de cabra mal parida
y cuernos retorcidos de castrón...
Con este cazo
elevaré las llamas de este fuego
similar al del Infierno
y las brujas quedarán purificadas
de todas sus maldades.
Algunas huirán
a caballo de sus escobas
para irse a sumergir
en el mar de Finisterre.
¡Escuchad! ¡Escuchad estos rugidos...!
Son las brujas que se están purificando
en estas llamas espirituales...
Y cuando este delicioso brebaje
baje por nuestras gargantas,
también todos nosotros quedaremos libres
de los males de nuestra alma
y de todo maleficio.
¡Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego!
a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder
que los humanos,
limpiad de maldades nuestra tierra
y hacer que aquí y ahora
los espíritus de los amigos ausentes
compartan con nosotros esta queimada.
En gallego:
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas;
demos, trasnos e diaños;
espíritos das neboadas veigas,
corvos, pintegas e meigas;
rabo ergueito de gato negro
e todos os feitizos das menciñeiras...
Podres cañotas furadas,
fogar de vermes e alimañas,
lume da Santa Compaña,
mal de ollo, negros meigallos;
cheiro dos mortos, tronos e raios;
fuciño de sátiro e pé de coello;
ladrar de raposo, rabiño de martuxa,
oubeo de can, pregoeiro da morte...
Pecadora lingua de mala muller
casada cun home vello;
Averno de Satán e Belcebú,
lume de cadáveres ardentes,
lumes fatuos da noite de San Silvestre,
corpos mutilados dos indecentes,
e peidos dos infernais cus...
Bruar da mar embravecida,
agoiro de naufraxios,
barriga machorra de muller ceibe,
miañar de gatos que andan á xaneira,
guedella porca de cabra mal parida
e cornos retortos de castrón...
Con este cazo
levantarei as chamas deste lume
que se asemella ao do inferno
e as meigas ficarán purificadas
de tódalas súas maldades.
Algunhas fuxirán
a cabalo das súas escobas
para iren se asulagar
no mar de Fisterra.
Ouvide! Escoitade estos ruxidos...!
Son as bruxas que están a purificarse
nestas chamas espiritosas...
E cando este gorentoso brebaxe
baixe polas nosas gorxas,
tamen todos nós quedaremos libres
dos males da nosa alma
e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume!
a vós fago esta chamada:
se é verdade que tendes máis poder
ca humana xente,
limpade de maldades a nosa terra
e facede que aquí e agora
os espiritos dos amigos ausentes
compartan con nós esta queimada.

Resultado

La queimada debe ser repartida entre los participantes por la persona que preparó la mezcla y recitó la oración de la queimada. La queimada ha de servirse caliente y con todos los componentes que lleva sin filtrar. En caso de que algunas llamas se mantengan en el contenido dentro del vaso, se puede soplar para apagarlas y no quemarse al consumir el líquido.

La queimada y su ritual protegerán a sus participantes de las posibles intenciones perversas de los espíritus y de las meigas que acechan a las almas inocentes en las noches oscuras sin Luna.

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